Las (falsas) coincidencias entre Lincoln y Kennedy

Vivimos en la era de la información. Jamás en la Historia los seres humanos han tenido a su disposición tanto conocimiento como en nuestros días. Estamos permanentemente conectados unos con otros a través de las redes sociales, y disponemos de acceso infinito a todo tipo de saber mediante la magia de internet. Y sin embargo (o puede que gracias a ello), nunca antes las leyendas urbanas y las noticias falsas han gozado de mayor auge. De vez en cuando aparecen variaciones sobre “la chica de la curva”, “la Coca Cola es corrosiva” o “los huevos se fríen con las radiaciones de los teléfonos móviles”. Y seguirán apareciendo éstas y otras nuevas, ya que el hombre tiende a creer lo que le llama más la atención.


Abraham Lincoln y John F. Kennedy
La Historia no es inmune a este fenómeno. Ya antes se han desmentido en esta página mitos tales como que “Hugo Boss diseñó los uniformes de las SS”, “los romanos vomitaban para seguir comiendo y se agarraban fuertemente los testículos para jurar” o “la muerte de un gladiador se pedía con el pulgar hacia abajo”. Hoy toca desmentir otra leyenda urbana fuertemente arraigada y que se repite con cierta frecuencia: la de las asombrosas coincidencias entre Kennedy y Lincoln. Porque a pesar de que ya a finales de los años 60 del siglo XX se reveló que gran parte de ellas eran exageradas, forzadas o sencillamente falsas, nunca falta quién repita una lista de esas coincidencias. Y es que la mente humana tiende a ver patrones donde no los hay, por mucho que algunos nos esforcemos en hacer prevalecer la verdad.

La lista

Supongo que muchos de los lectores la han visto, ya que de vez en cuando aparece en las redes sociales. Incluso autores de cierto prestigio se han hecho eco de ella. La primera versión apareció en 1964, a raíz del asesinato de Kennedy, aunque una versión reducida había sido publicada un poco antes en el “G.O.P. Congressional Committee Newsletter”. Han circulado diferentes listas a lo largo de los años, algunas más extensas y otras más reducidas. Con el auge de las nuevas tecnologías, la lista fue engordando y difundiéndose a velocidad de vértigo, y aunque ya a finales de los años 60 del siglo XX el matemático Martin Gardner publicó una refutación, ha seguido siendo creída y compartida de unos a otros.

Una de las versiones de la lista
A continuación reproducimos la lista con todas las coincidencias que hemos podido encontrar (aunque como ya hemos dicho, existen algunas listas más reducidas y otras más extensas). Debajo de cada “asombrosa casualidad”, exponemos también su correspondiente refutación:

1.- Abraham Lincoln fue elegido congresista en 1846. John F. Kennedy lo fue en 1946.

En primer lugar, hay que decir que no es más asombroso que dos acontecimientos estén separados por 100 años de diferencia de lo que sería si estuviesen separados por 83 o por 109, salvo por la fascinación que siente el ser humano por los números redondos. En cualquier caso el dato es cierto, sólo que a partir de ahí las diferencias son enormes: Kennedy fue reelegido para el puesto en 1948 y 1950, siendo elegido después senador en 1952 y 1958; Lincoln, por su parte, ni siquiera se presentó a la reelección para la Cámara de Representantes en 1848 y fracasó en las elecciones al Senado de 1854 y 1858.

2.- Lincoln fue elegido Presidente en 1860, Kennedy en 1960.

Además de repetir la reflexión hecha en el apartado anterior, el dato no es tan increíble si tenemos en cuenta que las elecciones presidenciales se celebran cada 4 años, y que dos hombres que comenzaron su carrera política con 100 años de diferencia es lógico que lleguen a la presidencia con ese mismo lapso, por la sencilla razón de que no pudieron hacerlo con 99 o con 101 al no haber elecciones en esos años. Por otra parte, Lincoln fue reelegido para un segundo mandato, mientras que Kennedy fue asesinado en el primero.

John Wilkes Booth, asesino de Lincoln
3.- Ambos perdieron la nominación de su partido para la vicepresidencia, Lincoln en 1856 y Kennedy en 1956.

Y volvemos a los 100 años, por lo que me remito a los apartados anteriores. Fuera de eso, decir que ha habido más perdedores de elecciones que ganadores, por lo que tampoco es tanta casualidad.

4.- Ambos presidentes fueron el segundo hijo de sus padres.

Más allá de este dato (que es cierto), decir que Lincoln tenía una hermana mayor mientras que Kennedy tenía un hermano. Y no, no hay 100 años de diferencia en el nacimiento o la muerte de dichos hermanos.

Ficha policial de Lee Harvey Oswald
5.- Los apellidos Lincoln y Kennedy contienen cada uno de ellos 7 letras.

La media del número de letras en los apellidos de los Presidentes de Estados Unidos es de 6,63, por lo que ha habido muchos Presidentes cuyos apellidos tenían 7 letras. Otro dato interesante es que más del 30% de los apellidos en ese país tienen 7 letras. Así pues, no podemos hablar en este caso de una asombrosa coincidencia.

6.- Ambos concentraron sus esfuerzos hasta el último día de sus vidas en los Derechos Civiles.

Y como ellos muchos otros presidentes norteamericanos. No obstante, hay un dato curioso: mientras que Lincoln sí que abogó toda su vida por abolir la esclavitud, Kennedy votó en 1957 (siendo senador) a favor de una enmienda que limitaba la capacidad de los tribunales para perseguir a los que violaban los Derechos Civiles. La enmienda en cuestión impedía que alguien que había conculcado dichos derechos en otra persona pudiera ser condenado por ello. Saquen ustedes sus propias conclusiones.

Además, decir que ambos estaban preocupados por los Derechos Civiles es como decir que Roosevelt y Obama estaban preocupados por la Economía: una obviedad. Tanto Lincoln como Kennedy tuvieron que lidiar con este tipo de problemas debido a circunstancias que les tocó vivir, así que es lógico que estuvieran preocupados por ese tema.

Andrew Johnson, sucesor de Lincoln
7.- Ambos fueron asesinados por balazos en la cabeza desde atrás.

Hasta el día de hoy ha habido 4 presidentes de Estados Unidos asesinados, y los 4 lo fueron por disparos. En cuanto a que la cabeza fuera el objetivo, está claro que si se quiere matar a alguien con un tiro hay que apuntar ahí o al pecho. Y sí que es cierto que los dos fueron disparados por detrás, pero mientras el asesino de Lincoln lo hizo a bocajarro con una pistola dentro de un edificio, a Kennedy le dispararon con un rifle estando en la calle.

8.- Ambos Presidentes fueron tiroteados en viernes.

Cierto, pero habiendo sólo 7 días cada semana la cosa no es para emocionarse, ¿no creen? Hay una posibilidad entre 7 de que dos personas sin ninguna relación mueran el mismo día de la semana (y no 1 entre 49, un error que cometen los neófitos en estadística).

9.- Las esposas de ambos perdieron un hijo viviendo en la Casa Blanca.

Esta es una afirmación con trampa. Es cierto que ambos Presidentes perdieron un hijo mientras ocupaban el cargo, pero si rascamos un poco las discrepancias entre ambos hechos son profundas.

Para empezar, todos los hijos de Lincoln nacieron antes de llegar a la Casa Blanca, y el matrimonio en realidad perdió dos hijos (aunque sólo uno murió durante el mandato de Lincoln como presidente): Edward Lincoln murió de tuberculosis en 1850, justo antes de su cuarto cumpleaños, y Willie, el hijo de once años del matrimonio, sucumbió a la fiebre tifoidea al final de su primer año de mandato. Por otra parte, Kennedy y su esposa eran lo bastante jóvenes como para tener hijos después de entrar a la Casa Blanca, y un niño prematuro nacido en 1963 murió dos días después.

Además, existen otras diferencias: los Lincoln tenían cuatro hijos, todos varones, y sólo uno de ellos vivió más allá de la adolescencia. Kennedy y su esposa tuvieron tres hijos, dos niños y una niña, dos de los cuales sobrevivieron hasta la edad adulta.

Lyndon B. Johnson, sucesor de Kennedy
10.- Lincoln tenía un secretario de apellido Kennedy, que le advirtió que no fuera al teatro donde fue asesinado. Kennedy tenía una secretaria de apellido Lincoln, que le advirtió que no fuera a Dallas.

Rotundamente falso. Lincoln no tenía ningún secretario llamado Kennedy. Además, no consta que Evelyn Lincoln (la secretaria de Kennedy) le hiciera ninguna advertencia sobre el viaje a Dallas. Abraham Lincoln sí que fue advertido de no acudir a actos públicos, pero es que unas semanas antes de morir le habían agujereado el sombrero de un disparo, así que la advertencia era lógica. Esto de las advertencias tiene su gracia, ya que ambos fueron avisados en varias ocasiones de no asistir a eventos públicos, pero después de ir no fueron tiroteados.

11.- Ambos fueron asesinados por individuos que eran sureños.

Resulta curioso que el asesino de Lincoln naciera en Maryland, el estado esclavista más al norte (y que permaneció en la Unión durante la Guerra Civil). De hecho, este hombre se consideraba “un norteño que entendía al sur”. Oswald sí que nació en el sur (en Nueva Orleans), aunque fue dando tumbos por el país a lo largo de su vida. Lo importante del caso es que la filiación regional, que era importante en el siglo XIX, no tenía demasiado sentido en el siglo XX.

12.- Ambos fueron sucedidos en el Gobierno por sureños.

Ambos fueron sucedidos por los que eran sus Vicepresidentes. Cierto que los dos eran sureños, pero es que Lincoln era un republicano del norte en medio de una guerra civil y necesitaba a un demócrata sureño para asegurarse la reelección, y Kennedy era un candidato de Nueva Inglaterra que necesitaba a alguien del sur para atraerse el voto de esa parte del país. No hay nada extraño en ésto.

13.- Ambos sucesores se apellidaban Johnson. Andrew Johnson, quien fue el sucesor de Lincoln, nació en 1808. Lyndon B. Johnson, quien fue el sucesor de Kennedy, nació en 1908.

Decir en Estados Unidos que alguien se apellida Johnson es como decir que alguien en España se apellida García. En cuanto a las fechas del nacimiento, me remito a lo dicho en los primeros puntos.

Mary Todd, esposa de Lincoln
14.- John Wilkes Booth, asesino de Lincoln, nació en 1839. Lee Harvey Oswald, asesino de Kennedy, nació en 1939.

Falso. Oswald sí que nació en 1939, pero Booth nació en 1838.

15.- Ambos asesinos fueron conocidos por el mundo con sus tres nombres. Los dos nombres están formados por 15 letras.

Traída por los pelos. Es cierto que ambos fueron conocidos por sus tres nombres, pero sólo después de los asesinatos. Antes de ellos, Booth era conocido como J. Wilkes, y Oswald simplemente como Lee. En cuanto al número de letras, decir que ni sus nombres ni sus apellidos por separado tienen el mismo número de caracteres, así que la coincidencia carece de relevancia.

16.- Ambos criminales huyeron corriendo del lugar de los hechos.

¿Y cómo querían que huyeran? ¿Paseando? De todos modos, a Oswald no se le vio correr saliendo del almacén de libros de Dallas.

17.- Ambos fueron capturados pocos minutos después del magnicidio en el sitio donde se ocultaban.

Los asesinos trataron de huir, por lo que es normal que fueran capturados en el sitio en el que se ocultaban, ¿no? Además, ninguno fue arrestado a los pocos minutos: Oswald no fue capturado hasta pasadas varias horas del magnicidio de Kennedy, y Booth fue capturado ¡3 días después!

Jacqueline Bouvier, esposa de Kennedy
18.- Booth disparó a Lincoln en un teatro y se escondió en un almacén. Oswald disparó a Kennedy en un almacén y se escondió en un teatro.

Bastante inexacto. Booth disparó en un teatro y se refugió en un secadero de tabaco (no en un almacén). Oswald disparó desde (y no en) un almacén de libros y se refugió en un cine.

19.- Ambos homicidas fueron asesinados antes de comparecer en un juicio, y sin haber confesado.

Oswald sí que fue asesinado por Jack Ruby, y siempre negó haber disparado al Presidente. Booth, sin embargo, no fue asesinado, sino que fue abatido por la policía en su escondite y por tanto poco pudo confesar.

20.- Un mes antes de ser asesinado, Lincoln había estado en Monroe, Maryland. Un mes antes de ser asesinado, Kennedy había estado con Marilyn Monroe.

No alcanzo a ver la relación entre un pueblo de Maryland y una actriz, más allá de que se llamen igual. De hecho, esta coincidencia fue sugerida como broma en un concurso. Este es un ejemplo de hasta dónde se buscan coincidencias y patrones donde no los hay.

21.- Ambos fueron capitanes de barcos.

Esto tiene su gracia. Es cierto que Kennedy estuvo al mando de la lancha torpedera PT-109 durante la Segunda Guerra Mundial; Lincoln, sin embargo, todo lo que hizo fue conducir en su juventud una almadía con la que comerciaba.

Kennedy momentos antes del atentado
22.- Ambos estaban con sus esposas al momento de los atentados y ninguna de ellas resultó herida. Ambas sostuvieron las cabezas de sus esposos cuando se encontraban heridos de muerte.

Ambos estaban con sus esposas porque, como tantos otros Presidentes, acostumbraban asistir a los eventos públicos con ellas. Ninguna resultó herida porque los objetivos de las balas eran sus maridos y no ellas. Y ambas les sostuvieron la cabeza porque ese es un comportamiento normal. Así pues, poco misterio hay en ésto.

23.- Lincoln fue tiroteado en el Teatro “Ford”. Kennedy lo fue en una limusina de la marca Ford, modelo “Lincoln”.

Nada se dice del hecho de que el Ford que daba nombre al teatro nada tiene que ver con el Ford que fundó la marca de coches. Y no es cierto que Kennedy fuera en un Ford Lincoln; en realidad iba en un coche de la marca Lincoln, marca de la que era dueña la compañía Ford.

Las demás coincidencias, las bromas y el cuento de nunca acabar

Como hemos dicho, la anterior es una selección de las coincidencias entre ambos Presidentes que pueden encontrarse por internet. Pero no son las únicas, y circulan por ahí listas más amplias. De hecho, en un momento dado se organizó un concurso en el que se pedían más coincidencias entre Lincoln y Kennedy (de este concurso salió lo del pueblo de Maryland y Marilyn Monroe). Dicho concurso dejó perlas tales como que a ambos Presidentes les gustaba sentarse en una mecedora, que ambos citaban a la Biblia o a Shakespeare, que los dos medían más de 1,80 metros y eran corpulentos, que en el momento de los atentados Lincoln se encontraba sentado en el teatro en el balcón 7 y Kennedy se encontraba en el séptimo vehículo de la caravana presidencial, que ambos Presidentes murieron en los lugares donde intentaron salvar sus vidas, cuyos nombres comenzaban con “P” y con “H” (en el caso de Lincoln, murió en “Paterson House” y en el de Kennedy en el “Park Hospital”), que ambas autopsias fueron practicadas por personal médico militar, que ambos mandatarios fueron sepultados en ataúdes de caoba, que los restos de ambos Presidentes descansan muy cerca el uno del otro, o que sus sucesores eran chatos y se peinaban hacia atrás.

Asesinato de Lincoln
También ha habido bromas con respecto a estas coincidencias. Así, por ejemplo, la web humorística Clickhole, añadió a la lista "Lincoln nació en domingo y Kennedy en martes, que es sólo dos días después del domingo". Y en un episodio de la serie “Los Simpson”, Homer habla con Marge de golf y dice “¿Sabías que Lincoln y Kennedy tenían el mismo hándicap?”. En cualquier caso, nada se dice de las diferencias entre ambos presidentes, que son muchas e importantes: Lincoln nació en 1809, Kennedy en 1917; Lincoln murió en 1865 con 56 años, Kennedy en 1963 con 46 años. Ni siquiera murieron el mismo mes, a pesar de que las probabilidades son de una entre doce, que tampoco es tanto. Y estos son sólo algunos ejemplos.

No somos tan ilusos como para creer que este artículo acabará de una vez por todas con la dichosa lista de coincidencias. El ser humano tiende a creer lo que le resulta atractivo, y nada atrae más que una buena conspiración mágica que desafíe a la aburrida lógica. Esto es el cuento de nunca acabar, pero al menos habremos puesto nuestro granito de arena en pro de la verdad.

Share:
spacer

17 comentarios:

  1. Los que me parecen traídos de los pelos son los argumentos y es el esfuerzo del autor de esta nota por desdibujar que realmente existen coincidencias interesantes, que prevalecen sobre algunas inexactitudes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estas supuestas coincidencias no tienen pies ni cabeza. Si buscamos puntos de unión entre 2 personas sin nada que ver, estoy seguro de que encontraremos muchas.

      Es la falacia de la evidencia selectiva, buscar los datos que nos interesan y dejar las que no

      Eliminar
    2. Concuerdo contigo, Claudio. Iba tomando en serio el artículo hasta que empezó a rebuscar en sus argumentos para defender su postura de que no hay coincidencias. ¡Sí las hay!, más allá del morbo y exageración de algunas, sí las hay, y es evidente. Podemos ser objetivos sin ser fanáticos, porque entonces ya dejamos de ser objetivos.

      Eliminar
    3. ¿Me puede indicar dónde se ha empezado a rebuscar?

      Eliminar
    4. Exactamente lo mismo pensé, si bien hay algunas coincidencias que si fueron inventadas, es increíble leer como el autor intenta desacredita las que si lo son!!!
      por ejemplo los puntos 1 y 2, yo en verdad esperaba leer en la mayoría de las coincidencias la palabra falso, pero al leer "este dato es cierto" solo se dibujaba una sonrisa en mi rostro. lejos de disuadirme, quedé mas convencida jijijiji

      Eliminar
  2. Lo que más me fastidia de ésto (como licenciada en Historia), es que un tipo (Iker Jiménez) se esté haciendo de oro rellenando programas de televisión con mierdas semejantes. Eso sí, poniendo cara de estar muy sorprendido mientras lee delante de la cámara las bobadas y falserías correspondientes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente. A esto en concreto le ha dedicado varios programas

      Eliminar
  3. Y no es el único. Yo he oído a Cebrián, "aclamado" por sus seguidores como "el no va más de la divulgación histórica en España, aunque habría que decir histérica", decir que "los templarios llegaron a América antes que Colón y que explotaban las minas de plata de Perú, de las que extrajeron algo así como chorrocientas toneladas para financiar no sé qué asunto ultra secreto."

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las teorías de la conspiración siempre han gozado de mucho gancho. Lo malo es que la mayoría no hay por dónde cogerlas

      Eliminar
  4. Lo cierto es que el morbo siempre moverá a las multitudes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente. El morbo es un elemento clave en cualquier teoría de la conspiración

      Eliminar
  5. Yo veo inexplicables y evidentes coincidencias, como que ambos eran norteamericanos... gracias por tu blog, es maravilloso.

    ResponderEliminar
  6. Hay un dato con el que no coincido y es que el asesino de Lincoln no fue capturado 3 días después, sino 12 días después en un granero. Después de haber sido acorralado, los soldados incendiaron el granero dónde se ocultaba y cuando salió le dispararon.

    ResponderEliminar
  7. Leer tus conclusiones son jocosas, tus matemáticas y deducciones son xxxx

    ResponderEliminar