Horacios contra Curiacios: la batalla de los trillizos

La historia temprana de Roma está envuelta en las brumas de la leyenda. Desde las historias sobre su fundación por Rómulo y Remo, dos hermanos amamantados por una loba, hasta las increíbles historias de heroicidades en las luchas con las ciudades vecinas antes de convertirse en la ciudad que dominó el mundo antiguo. Esto es así porque los antiguos romanos decidieron dotarse de una historia acorde con el poder que fueron adquiriendo con el tiempo. De este modo, se daba a entender que la ciudad estaba destinada a dominar el mundo, ya que sus orígenes míticos, llenos de dioses y héroes legendarios, la legitimaban para ello.

Detalle de "El juramento de los Horacios"
Uno de esos episodios semilegendarios es el que hoy traemos aquí. Tito Livio, en su monumental obra “Ab urbe condita libri” (a veces conocida como las Décadas, de la que sólo se conservan 35 libros de los 142 de los que constaba, y que tiene la particularidad de contener la primera ucronía conocida: imaginar el mundo si Alejandro Magno hubiera iniciado sus conquistas hacia el oeste y no hacia el este de Grecia), nos narra el episodio de la batalla de campeones entre las ciudades de Roma y la vecina Alba Longa. La batalla se desarrolló entre los Horacios (por parte romana) y los Curiacios (por parte albana), y presenta el curioso hecho de que los combatientes eran trillizos. El resultado de la batalla permitió a Roma anexionarse la ciudad vecina, en lo que sería el comienzo de su dominio del mundo conocido.

Los orígenes de Roma y Alba Longa

Las crónicas de los historiadores antiguos nos narran el origen mítico tanto de Alba Longa como de Roma, y ambos orígenes están relacionados. Así, cuenta la leyenda que cuando el héroe Eneas (descendiente de Venus) huyó de Troya (cuya destrucción, según Eratóstenes, habría ocurrido en 1184 a.C.) llegó a Italia y fundó en honor de su esposa Lavinia la ciudad de Lavinium, a unos 50 kilómetros al sur de Roma. Treinta años después, su hijo Ascanio fundó la ciudad de Alba Longa algo más al norte. De Ascanio surgió una dinastía de reyes entre los que destacaron Tiberino Silvio (que dio nombre al río Tíber) y Aventino (en cuyo honor se bautizó así a una de las colinas sobre las que se asentaba Roma).

Eneas
En el siglo VIII a.C. el rey de Alba Longa era Procas. Cuando este rey murió, el trono le correspondió a su hijo mayor Numitor; sin embargo, su hermano menor Amulio no estaba muy de acuerdo con la sucesión, por lo que lo destronó (Numitor se vio obligado a huir) y mandó asesinar a todos sus sobrinos. Sólo dejó viva a una, Rea Silvia, a condición de que se convirtiera en sacerdotisa de la diosa Vesta. Esta condición conllevaba que Rea Silvia se mantuviera virgen, por lo que no podría tener hijos que algún día reclamaran el trono que habían usurpado a su abuelo. Sin embargo, la leyenda cuenta que Rea Silvia tuvo dos hijos gemelos del dios Marte. Amulio mandó que esos niños fueran arrojados al Tíber, pero la sirvienta encargada de hacerlo se apiadó de ellos y los depositó en una cesta que dejó a la deriva en el río.

Rea Silvia y Marte
Y es aquí donde el origen de Roma se entronca con el de Alba Longa, ya que esos gemelos eran nada menos que Rómulo y Remo. A partir de aquí la historia es bastante conocida: ambos gemelos fueron recogidos y amamantados por una loba, hasta que un pastor los recogió y los crio como propios. Años después, los gemelos descubrieron su origen, marcharon a Alba Longa y mataron a Amulio, restituyendo de ese modo a su abuelo Numitor en el trono. Y como es también conocido, Rómulo fundó la ciudad de Roma (matando de paso a su hermano Remo) y dio origen a la dinastía de los siete reyes romanos, que se mantuvieron en el poder hasta el advenimiento de la República. Así pues, los orígenes míticos de ambas ciudades están entrelazados, lo que no fue obstáculo para que años después se enzarzaran en guerra.

El enfrentamiento entre las dos ciudades

Más allá de las leyendas sobre el origen de ambas ciudades, Tito Livio nos narra el episodio de cómo Roma llegó a conquistar y destruir a la ciudad de Alba Longa. Todo comenzó cuando alrededor del año 673 a.C. subió al trono romano su tercer rey, Tulio Hostilio. A diferencia de su antecesor Numa Pompilio, un hombre pacífico y devoto de los dioses, el nuevo rey era descreído y belicoso y buscó expandir los dominios de Roma. Y para ello, lo primero que debía hacer era derrotar a la vecina ciudad de Alba Longa.

Situación de Roma y Alba Longa
Las primeras hostilidades se desataron cuando grupos de campesinos romanos empezaron a saquear tierras de los campesinos de Alba Longa. Los albanos en represalia hicieron lo mismo con las tierras romanas, en una escalada de tensión que motivó que ambas ciudades enviaran legados para pedir la devolución de todo lo robado. Tulio Hostilio, que no deseaba la paz, se apresuró a despedir a la delegación albana declarando la guerra. A partir de ese momento la batalla era inevitable. El ejército de Alba Longa, al mando de su rey Cayo Cluilio, marchó contra Roma. Sin embargo, un acontecimiento provocó que las cosas no se desarrollaran como se había previsto en un principio: el rey albano enfermó y murió en el campamento de su ejército.

Tulio Hostilio
Sin tiempo para nombrar un nuevo rey que dirigiera al ejército en la batalla, los albanos nombraron a un dictador llamado Mecio Fufecio. A diferencia del fallecido rey, Mecio se daba cuenta de que una batalla entre ambas ciudades las debilitaría fuera cual fuera el resultado, por lo que las dos quedarían a merced de sus vecinos etruscos. Así pues, una vez formados los ejércitos para la batalla, el dictador albano envió delegados al rey romano ofreciéndole un acuerdo: en lugar de decidir la suerte de las ciudades en una batalla campal, ambos bandos elegirían sus campeones. Éstos serían los que se enfrentarían entre sí, y aquellos que ganaran quedarían dueños del campo de batalla y la ciudad perdedora se sometería a la vencedora.

La batalla de los trillizos

Los argumentos de Mecio debieron ser muy convincentes, ya que ambas partes acordaron que la supremacía se dirimiera en un combate entre tres representantes de cada uno de los ejércitos. De este modo se evitaría un grave derramamiento de sangre y ambas ciudades mantendrían sus ejércitos intactos para protegerse de posibles intentos de los etruscos de aprovechar la situación. Según el pacto alcanzado, la ciudad cuyos campeones resultaran vencedores anexionaría a la ciudad perdedora. Ambos pueblos estaban convencidos que les iría mejor bajo un único mando ya que por fin habría paz entre ellos, y el combate decidiría quién sería el que mandase (las palabras exactas de Tito Livio son “convinieron en que la victoria señalase cuál de los dos pueblos había de tener el imperio”).

"El juramento de los Horacios" de Jacques Louis David
La particularidad estribaba en que los combatientes debían ser hermanos trillizos. Se eligieron, por parte romana, a los hermanos Horacios, mientras que por parte albana los escogidos fueron los hermanos Curiacios. Se da además la curiosa circunstancia de que los dos grupos de combatientes eran primos entre sí, ya que eran hijos de dos hermanas, una casada con el romano Publio Horacio y la otra casada con el albano Curiacio Albino. Además, su relación era tan buena que habían concertado alianzas matrimoniales entre ellos y sus respectivas hermanas. Pero a pesar de todo esto, los dos grupos de hermanos se juramentaron para luchar hasta la muerte por su ciudad.

Victoria de Horacio sobre los Curiacios
A medida que iban acercándose al campo de batalla, cada pueblo iba sembrando el suelo de flores a su paso y les colocaba guirnaldas en la cabeza. El grupo romano iba dirigido por el rey, mientras que el albano era llevado por su capitán. Cuando ambos grupos se encontraron se abrazaron, para acto seguido prepararse para el combate. Cuando se dio la señal de comienzo, los dos grupos de trillizos se lanzaron a la lucha. A las primeras de cambio, dos Horacios resultaron muertos, mientras que los tres Curiacios seguían en pie. Sin embargo, el Horacio restante estaba ileso, mientras que los albanos estaban heridos de diversa consideración.

Tito Livio
Así pues, el romano restante, consciente de que no sobreviviría a un combate contra sus tres rivales a la vez, decidió conducirse con astucia. Salió corriendo simulando huir, perseguido por los Curiacios. Al estar éstos heridos, corrían a distinta velocidad, por lo que el Horacio superviviente los fue esperando y enfrentando uno a uno. Fue así como consiguió derrotar a los tres Curiacios en combate singular. Horacio despojó de sus armas a los vencidos, como señal de victoria. Roma había ganado, y ahora dominaba también a la vecina Alba Longa, algo que fue reconocido de forma inmediata por los albanos.

La muerte de Camila

Horacio regresó a Roma vitoreado por el ejército y el pueblo y cargado con las armas de sus adversarios. Sin embargo, no todos compartían la alegría. Camila, hermana de los Horacios, estaba prometida con uno de los hermanos Cuariacios, por lo que al ver regresar a su hermano con los despojos de sus enemigos (entre ellos, un manto guerrero que ella misma había bordado para su novio) comenzó a llorar desconsoladamente y a llamar por su nombre a su prometido muerto. Horacio, al verla así, se puso furioso y la mató mientras gritaba:

Marcha con tu amor a destiempo a reunirte con tu prometido, ya que te olvidas de tus hermanos muertos y del que está vivo, ya que te olvidas de tu patria. Muera de igual modo cualquier romana que llore a un enemigo

A pesar de la victoria, Horacio fue juzgado por haber matado a su hermana, y condenado a la pena capital. Sin embargo, su padre pidió indulgencia argumentando que acababa de hacer un gran servicio a la ciudad. El pueblo, conmovido por las lágrimas del padre y la valentía que había mostrado el joven, le perdonó la vida. Sin embargo, obligó a la familia a purgar el crimen con un sacrificio que se mantuvo durante muchos siglos. Dicho sacrificio recibió el nombre de “tigillum sororium” (que puede traducirse por el “travesaño de la hermana”).

Muerte de Camila
No sabemos con exactitud en qué consistieron los ritos que se llevaron a cabo. Tito Livio sólo menciona que, después de que el padre realizara unos sacrificios expiatorios, atravesó un tronco en la calzada (el tigillum sororium) e hizo pasar bajo él a Horacio, como si fuese un yugo. La ceremonia de pasar debajo de un yugo era un antiguo rito de humillación en el mundo latino y sabino, y se aplicaba a las tropas derrotadas como señal de ignominia (véase mi artículo sobre “Las Horcas Caudinas”). Lo que sí sabemos es que dicho rito pasó a ser una tradición familiar de la familia Horacia que se celebraba en las calendas (día 1) de octubre y se mantuvo hasta fechas tan tardías como el siglo IV (aunque en tiempos imperiales su realización corría a cargo del Estado).

Victoria de Tulio Hostilio sobre Veyes
La ciudad de Alba Longa fue anexionada a Roma y poco después, tras un intento de traición albana, destruida completamente y sus habitantes llevados a Roma. Se les concedió a todos la ciudadanía romana, y a los miembros de su nobleza se les dio el rango de patricios y se les incorporó al Senado. Una de esas familias fue la de los Julios, que siglos más tarde nos dio la figura de Julio César y la primera dinastía imperial. A esa familia perteneció, como sabemos, el dictador César. En cuanto al rey romano Tulio Hostilio, la leyenda relata que encolerizó a Júpiter de tal modo que el dios lo fulminó con un rayo, aunque Tito Livio da una versión bien diferente: fue asesinado por nobles descontentos con su mandato. Cosas de ser rey.
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4 comentarios:

  1. segun la frase que exclamo el ultimo Horacio,¿podemos asegurar que el tercero curiaceo no roma no reino sobre Alba?

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  2. Historicón, magnífica entrada. Me remite a otra "leyenda" que estoy trabajanndo en estos momentos, de lejano país (?) y más lejana época (medieval). No sé si unos copiaron a Tito Livio o alguien va a decir que es una herencia inmemorial entre Albanos y Alba... pero es apabullante la similaritud de las dos historias y hasta la de los detalles. Ya lo trataremos, si es preciso. Enlazo la entrada en mi blog.

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  3. Y esta es la entrada de mi blog en la que trato el tema (re-publicada hoy 21 de Octubre)https://mycrann.com/2020/10/06/p2dslv-34z/ por si alguien curioso quiere cotillear.

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