No creo arriesgar mucho si digo que la inmensa mayoría de los
lectores de este blog no conoce la isla de Tromelin. Yo mismo no oí hablar de
ella hasta hace pocas semanas. Y no les estoy llamando ignorantes, es que este
islote aislado de menos de 4 kilómetros cuadrados está en el Océano Índico, en
medio de la nada, y no tiene ninguna importancia salvo para la observación
meteorológica, como lugar de cría de tortugas marinas y como sitio de paso para
las aves. Nadie lo conocería en la actualidad de no ser por un trágico
suceso ocurrido allí en el siglo XVIII: el naufragio de un barco negrero y el
posterior abandono de los esclavos que transportaba a su suerte.
La isla de Tromelin azotada por las olas |
La travesía de “L’Utile”
El 17 de noviembre de 1760 partió del puerto francés de
Bayona el navío “L’Utile”. Este barco
pertenecía a la Compañía Francesa de las Indias Orientales, una empresa
comercial fundada en 1664 para comerciar por todo el Océano Índico y hacer la
competencia a sus homónimas inglesa y holandesa. “L’Utile”, comandado por el capitán Jean de La Fargue, llevaba una
tripulación de unos 142 hombres, entre marineros y oficiales. Después de hacer
una corta escala en el puerto de Pasajes (Guipúzcoa), puso rumbo a Madagascar.
Allí debía cargar sus bodegas, continuar hasta Mauricio (llamada por entonces
Île de France) y posteriormente dirigirse hacia las factorías francesas en la
India.
Escudo de la Compañía Francesa de las Indias Orientales |
Una vez llegados a Foulpointe, en la costa oriental de
Madagascar, el capitán decidió que el viaje sería mucho más provechoso si
incluía en la carga algo de contrabando; y la mercancía elegida fueron esclavos
malgaches. La esclavitud estaba en vigor por aquel entonces en Francia (no fue
abolida hasta 1794, tras el triunfo de la Revolución Francesa; aunque Napoleón
la restableció en 1802 y no fue definitivamente eliminada hasta el año 1848).
Sin embargo, el comercio de esclavos era monopolio del Estado y se necesitaba
de un permiso especial para realizarlo, algo de lo que carecía “L’Utile”. No obstante el riesgo,
compraron y cargaron a unos 150 esclavos y los embutieron en las bodegas,
esperando venderlos en Mauricio y sacar pingües beneficios.
Disposición de los esclavos en un barco negrero |
Claro que llevar contrabando de una mercancía que era
monopolio del Gobierno era una labor peligrosa. Cualquier barco de guerra podía
abordar a “L’Utile”, requisar a los
esclavos y detener a toda la tripulación, de modo que decidieron no ir por la
ruta convencional hasta Mauricio. Esta decisión les llevó a escoger una ruta
menos transitada, algo peligroso dado los precarios mapas de la época, a la
navegación nocturna y a que las fechas (julio de 1761) eran las de pleno
invierno austral, y la mar no estaba para muchas bromas. Y en esas condiciones,
pasó lo que muchos temían: el barco naufragó en medio de la nada.
El naufragio y la
balsa
El 31 de julio de 1761, el barco chocó contra los arrecifes
de la isla de Tromelin y embarrancó. El fuerte oleaje hizo el resto y “L’Utile” tardó poco en irse a pique.
Alrededor de 70 esclavos (encerrados en las bodegas) y más de 20 miembros de la
tripulación murieron en el naufragio, pero el resto logró llegar hasta la isla.
Durante los siguientes días, lograron sacar del pecio gran parte del material
que podía ser reutilizado, como velas, madera, provisiones y agua. Estos útiles
les permitieron construir un precario refugio, encender un fuego y cavar un
pozo, algo fundamental puesto que la isla no tenía fuentes naturales de agua.
Informe sobre las circunstancias del hundimiento |
Tromelin, la isla en la que habían naufragado, no se llamaba
así por aquel entonces. Había sido descubierta en 1722 por un marino francés
llamado Jean Marie Briand, y bautizada como Île
des Sables, que traducido significa Isla de la Arena. Y es que básicamente
sólo hay arena en ella, además de unos pocos arbustos. El islote, totalmente
rodeado de arrecifes y golpeado continuamente por los vientos alisios, apenas
medía 4 kilómetros de largo y unos 700 metros de ancho. Su punto más alto
apenas alcanzaba los 7 metros sobre el nivel del mar, y huelga decir que no
había fuentes de agua potable en toda la isla. A más de 450 kilómetros de la
tierra habitada más próxima, los náufragos se encontraban en mitad de ninguna
parte, y sobrevivir allí iba a ser una dura tarea.
Situación de la isla de Tromelin (en la A) |
Pero parece ser que en la supervivencia también hay clases.
Los suministros rescatados del pecio se reservaron exclusivamente para los
blancos. A los esclavos apenas se les dio agua y comida, teniendo que
arreglárselas por su cuenta. Unos y otros sobrevivieron a base de pescado,
tortugas y aves marinas, y en el cuaderno de bitácora se puede leer que “unos 20 negros murieron al no recibir agua”.
Aun así, el primer oficial Barthelemy Castellan du Vernet (que había asumido el
mando tras perder la cordura el capitán en el naufragio) logró involucrar a
todos en la construcción de una balsa; a los blancos con la esperanza de
escapar, y a los negros con la promesa de volver a rescatarlos y dándoles un
escrito por el que los liberaba de la esclavitud.
Sello francés sobre la isla |
Tras 6 meses de trabajos, la balsa finalmente estuvo
terminada. Como era de esperar, no todos cabían, así que se embarcaron en ella
los 123 blancos supervivientes. Los esclavos fueron dejados a su suerte con algo de agua, algunos víveres
y la promesa de que pronto vendrían a por ellos. 60 personas quedaron
abandonadas en la isla con la esperanza de que serían rescatados en un breve
plazo. La esperanza fue vana, y los pocos que quedaron estuvieron en Tromelin
otros 15 años.
El olvido
Poco más de 4 días después de partir, la balsa llegó a
Mauricio. Castellan avisó a las autoridades de la situación, pero el gobernador
se negó a enviar barcos para rescatar a los que habían quedado en la isla. Por
una parte, estaba furioso de que se hubiesen desobedecido sus órdenes de vender
esclavos; por otra parte, tenía una razón práctica: se estaba produciendo la
Guerra de los Siete Años entre Francia e Inglaterra, y un bloqueo inglés a la
isla podía hacer que tuviera demasiadas bocas que alimentar si traía a los
esclavos de vuelta. Durante los siguientes meses, Castellan abogó
insistentemente por enviar un barco de rescate, pero la negativa del gobernador
era firme.
Fotografía actual de la isla |
Finalmente, en agosto de 1762 Castellan regresó a Francia. La
noticia de que 60 personas habían quedado abandonadas en Tromelin y las
autoridades se negaban a rescatarles causó una cierta polémica en los círculos
intelectuales de París, pero pronto el asunto quedó en el olvido ante las
noticias de la guerra contra Inglaterra y la quiebra de la Compañía de las
Indias Orientales, una de las mayores estafas de la Historia. Los esclavos
dejados atrás quedaron abandonados a su suerte, sin alimentos, sin agua y sin
madera, en una isla donde no había nada, y todos los dieron por muertos poco
tiempo después.
Restos arqueológicos en Tromelin |
Sin embargo, los náufragos estaban decididos a sobrevivir. Con
la poca madera que les quedaba y los arbustos de la isla encendieron una
hoguera en el centro del islote que se mantuvo viva a lo largo de los años.
Cazaron aves y tortugas y pescaron marisco y peces. Fabricaron herramientas y
recipientes para almacenar el agua de lluvia, y construyeron refugios con
corales y arena apelmazada que les permitieron refugiarse de las tempestades y
de las subidas de la marea (que a veces inundaba toda la isla). Pero no todos
aceptaban estar allí; algunos empezaron a construir pequeñas balsas con las que
poder salir de Tromelin. Se conocen al menos dos intentos, de los que nada más
se supo. Otros se dejaron ir agarrados a un trozo de madera, y no hace falta
decir cuál fue su destino.
Portada del cómic sobre el episodio |
En 1773 un barco que pasaba cerca de la isla vio el fuego de
los náufragos, pero no pudo acercarse y siguió su ruta. Cuando llegó a la Isla
de Francia informó de la situación, pero no se le hizo mucho caso. Más de un
año después, otro barco llamado “La
Sauterelle”, logró hacer llegar a un marinero en un bote hasta la isla,
pero el bote quedó destrozado y el marinero se convirtió en un náufrago más. “La Sauterelle” no logró acercarse debido
al mal estado del mar, y debió abandonar las proximidades de Tromelin. El nuevo
náufrago, junto a algunos de sus compañeros, construyeron una balsa que salió a
la mar en 1776; en ella se embarcaron, además del marinero, 3 hombres y 3
mujeres. La balsa logró llegar a Mauricio, donde la noticia corrió como la
pólvora y se dispuso un barco de guerra para acudir al rescate.
El rescate
El 29 de noviembre de 1776 el Caballero Bernard Boudin de
Tromelin, al mando de la corbeta “La
Dauphine”, llegó a la isla para rescatar a los náufragos que quedaban.
Habían pasado más de 15 años desde el naufragio, y ya sólo quedaban 14 personas
(incluido un bebé de 8 meses que había nacido allí y que sobrevivió junto a su
madre y su abuela). En honor del caballero, la isla de las Arenas pasó a
llamarse isla de Tromelin. Los supervivientes, que iban vestidos con plumas
trenzadas, fueron recogidos y llevados a Mauricio. El nuevo gobernador de la
isla, Jacques Maillart, declaró a todos los náufragos hombres libres, ya que
habían sido esclavizados ilegalmente. Se les ofreció también llevarlos de
vuelta a Madagascar, pero ellos se negaron.
Nicolas de Condorcet |
Maillart hizo algo más: adoptó al bebé como suyo y le puso el
nombre de Jacques Moyse (Moisés). Además, cambió el nombre de la madre a Eva
(su nombre malgache era Semiavou, que se traduce como "alguien que no está orgulloso") y
el de la abuela por Dauphine, en honor del barco de rescate. Todos fueron
acogidos en casa de Maillart hasta el fin de sus días. Años más tarde, en 1781,
Nicolas de Condorcet, en su obra “Reflexiones
sobre la esclavitud de los negros”, narró la epopeya de los náufragos
olvidados de Tromelin y abogó por la abolición de la esclavitud.
Restos de un refugio |
Actualmente, la isla de Tromelin pertenece a Francia y en
ella se encuentra una estación meteorológica. El personal acude en avioneta
desde la vecina isla de Reunión. En el año 2015 se editó el cómic “Los esclavos
olvidados de Tromelin” (Les Esclaves oubliés de Tromelin) de Sylvain Savoia,
que narra el episodio. Asimismo, cuatro expediciones arqueológicas patrocinadas
por la UNESCO se han llevado a cabo desde 2006 para tratar de comprender cómo
los náufragos sobrevivieron quince años sin apenas medios. Han encontrado
restos de un pozo de cinco metros de profundidad, un horno comunal, utensilios
de cobre reparados muchas veces, herramientas varias, enterramientos y las
casas que construyeron y donde se refugiaron. Por cierto, los sobrevivientes
transgredieron así una costumbre malgache según la cual las construcciones de
piedra estaban reservadas para las tumbas; pero cuando se trata de sobrevivir
en contra de toda esperanza, ninguna costumbre o religión puede vencer al
espíritu y al ingenio humano.
Oiga usted, que ésto si que es una historia interesante. ¡¡Quince años en medio de la nada!!. Eso es como para desesperar a cualquiera. Bueno, ya me enteré de algo que no sabía, ya no se perdió el día.
ResponderEliminarGracias Juanma, la historia está llena de curiosidades más allá de lo que aprendemos en los libros de texto, me suena otra entrada tuya de náufragos, ¿ estoy en lo cierto?
ResponderEliminarSí, la del "Batavia". También el artículo del "Titanic" va de naufragios, jeje.
EliminarGracias a ti
Extraordinaria historia. Le invitamos a publicar en nuestro grupo de Facebook: https://www.facebook.com/groups/451985831655656/
ResponderEliminar"Emprendimientos, Comercio, Empleos, Educación,Tecnología y Variedades" Muchas gracias
Así lo haré. Gracias a usted
EliminarMe encanta. Gracias
ResponderEliminarGracias a usted
EliminarFantástica historia, gracias
ResponderEliminarGracias por leerlo
EliminarQué interesante historia no conocida. Gracias por contarla.
EliminarTremenda inhumanidad de los humanos !
Muy buena historia, Pienso... que falta de humanidad por parte de algunos humanos y que humanos otros...
ResponderEliminarLa Historia ha sido siempre así, la falta de humanidad de algunos y el afán de supervivencia contra toda esperanza de otros
Eliminarhttps://www.navegar-es-preciso.com/news/tromelin-la-isla-de-la-resiliencia-humana/
ResponderEliminarGracias
Eliminar¿ Hay evidencia de canibalismo en los estudios arqueologicos?
ResponderEliminarNo. Parece que esa frontera no se traspasó
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